El estrés rutinario del trabajo a veces nos puede llevar a pagar nuestros malos humos con quien nos queda más cerca: nuestros compañeros, aunque muchas veces no lo merezcan.
Seguro que a la mayoría nos ha pasado que durante una temporada hemos estado algo más estresados de lo normal en el trabajo, ya sea por algún proyecto que se nos ha torcido, por algún otro asunto personal o porqué, sencillamente, éste ya no nos motivaba tanto como al principio. Cuando esto ocurre, muchas veces las relaciones con los compañeros se pueden tensar y nos acabamos distanciando de ellos, cuando en realidad, lo mejor sería mantenernos aún más unidos.
Así que, ¿por qué no intentar volver al punto de partida con otras actividades? Volver a conocer a tus compañeros, fuera del ambiente de trabajo, saber un poco más sobre sus vidas y/o sobre sus motivaciones personales, puede ayudar a recobrar esa confianza mutua y esto siempre nos será muy útil en nuestro día a día.
Buscar actividades durante el fin de semana, que no supongan grandes desplazamientos y sean fáciles de organizar, puede ser muy efectivo para mejorar estas relaciones, sobre todo si las actividades están pensadas en grupo y en un ambiente natural, totalmente lo contrario a la oficina.
Para nosotros, nada mejor que una vuelta por las calles de Barcelona en bicicleta para despejar la mente, sentirnos libres de complicaciones y empezar de nuevo con nuestras amistades.