17 de enero de 2017
Desde la semana pasada los servicios de meteorología llevan anunciando la gran ola de frío que estamos viviendo estos días. No te asustes y coge tu bicicleta, en pocos minutos notarás el calorcito en el cuerpo.
Fotografía de Clem Onojeghuo
El frío suele ser la mejor excusa para amodorrarse bajo las mantas del sofá, pero este lujo no se puede llevar a cabo los días laborales, así que nos tenemos que apañar para reactivar el cuerpo y ganar calor.
El deporte es la clave para conseguir esto. Si por las mañanas, en lugar de andar hasta el metro y espachurrarnos entre la gente o ir hasta el garaje para montarnos en el coche helado (o, peor aún, coger la moto para sufrir una congelación lenta mientras le damos impotentes al gas), si en lugar de todo esto cogemos la bicicleta, seguro que empezamos el día mejor.
La bicicleta nos da vida. Arrancaremos algo fríos (aunque en la misma puerta de casa), pero en pocas pedaleadas necesitaremos desabrocharnos el abrigo. Poco a poco, disfrutaremos del airecito que tanto molesta a los demás y para cuando lleguemos al trabajo estaremos frescos y despejados, con nuestros músculos y articulaciones activos y fuertes para aguantar lo que nos venga.