Aunque este invierno ha llegado y pasado desapercibido y nos ha regalado muchos viajes agradables por toda la ciudad, la primavera sigue siendo la época predilecta para viajar en bicicleta.
Días soleados sin bochornos
El calor puede ser un enemigo, incluso peor que el frío, para todos aquellos que nos gusta viajar en bicicleta. Disfrutar de una temperatura primaveral nos ahorrará el cansancio provocado por otras épocas del año e incluso nos puede llegar a regalar algún pequeño descanso estirados en la hierba de algún parque.
Colores que amenizan el viaje
Los colores que nos trae la primavera, no sólo los de todas las plantas y árboles que empiezan a florecer por todas partes, sino también los tonos cálidos del sol sobre los edificios. Si te gusta sacar buenas fotos de tus viajes, la luz de primavera, sin quemarte los paisajes como la del verano, les dará más vida a tus recuerdos.
El inicio de las festividades
Aunque cada estación tiene sus festividades y éstas siempre están reflejadas en la gran ciudad, durante la primavera se hacen más comunes las fiestas que se celebran en las calles con toda la comunidad, aprovechando el buen tiempo. Si lo que te interesa en tus viajes es conocer a fondo nuevas culturas, estas celebraciones son la mejor oportunidad.
No hay que olvidarse de que la primavera también viene marcada por las lluvias. Así que cuando prepares tu viaje asegúrate de llevar las prendas correctas por si cambia el tiempo. Calentito y bajo un chubasquero la ciudad con lluvia también tiene sus encantos.