La economía de la bicicleta

¿Qué tiene que ver una bicicleta con la evolución de la crisis económica y social de estos últimos años?

La crisis en occidente tuvo un efecto demoledor en la mayoría de las familias que habían alcanzado una clase media. Lo que había sido un sueño para muchas personas se vino abajo y se convirtió en una pesadilla de facturas, hipotecas, paro y desigualdad. Para muchos esta situación se hizo insostenible, otros siguieron luchando, haciendo filigranas para llegar a final de mes. Algunos de estos otros nos compramos una bicicleta, dejamos atrás el coche o la moto y nos ahorramos las subidas del transporte público. Y, al final, nos dimos cuenta que… ¡oye! También nos ahorrábamos el gimnasio. Y pedaleando poco a poco contra el paro, los contratos basura, el alquiler, la hipoteca, empezamos a ver que no estábamos solos.

Ahora, muchos de estos otros seguimos pedaleando con el piñón pequeño, el plato grande y en subida, pero cuando a alguno de nuestros compañeros le ponen obstáculos también pedaleamos por él. Y nos damos cuenta que tanto pedalear también nos hace más fuertes, mucho más fuertes que algunos de los que siguen yendo en coche.

Y que nadie se confíe, porque al final nos llegará el aire fresco mientras seguimos montados en nuestra bicicleta y pedalearemos con más fuerza y más ganas.