Entre las paredes angostas del Barrio Gótico de Barcelona, nos encontramos en la plaza de Sant Felip Neri, donde vemos agujeros en las paredes, que tienen origen en 1938, provocados por un bombardeo del bando franquista durante la contienda, en plena toma de Barcelona.
Este hecho provocó la muerte de cuarenta y dos personas como se puede leer en la placa que conmemora la memoria de las víctimas desde 2007, en el momento del bombardeo, los terrenos de la actual plaza los ocupaba un cementerio medieval.
Poco quedó después de la bomba, que arrasó con las casas cercanas y causó ciertos daños, aún presentes, en la iglesia.