Uno de nuestros lugares preferidos en el que encontraremos todas las facilidades para circular en bicicleta.
Hace unas semanas os prometimos un artículo dedicado al increíble Parque de la Ciutadella de Barcelona y en BornBike cumplimos con nuestras promesas. Aunque ya hemos hablado de este y de otros parques de la ciudad, queremos dedicarle un espacio especial, porque el Parque de la Ciutadella es uno de los espacios perfectos para visitar, divertirse, descansar y sobre todo, para circular con nuestra bicicleta.
Su misma situación ya lo hace especial, ya que ocupa toda la parte central del triángulo formado por la Estación de Francia, Arco de Triunfo y Puerto Olímpico, lugares que no debes dejar de visitar si te encuentras por esta zona.
Aunque a lo largo de su historia tuviera una época oscura, debido a que en el siglo XVIII fue la fortaleza de la Ciutadella que ordenó construir Felipe V para dominar la ciudad después de la Guerra de Sucesión, para la Exposición Universal de 1888 fue reconstruida por el arquitecto Josep Fontserè i Mestre. Como resultado tenemos este gran parque visitado por millones de personas cada año.
Es importante conocer estos y muchos otros datos sobre su historia porque cuando paseemos por sus sinuosos caminos nos iremos encontrando con piezas tan únicas como: la Cascada monumental; el Quiosco de Música; El Mamut; El Lago (dónde podremos darnos una vuelta en barca); la Iglesia de la Ciutadella, La Estatua del General Prim; la Dama del Paraguas; el Umbráculo y el Invernadero; el Museo Martorell de geología; el Castillo de los Tres Dragones; o incluso el mismo Parlament de Catalunya, con la estatua del Desconsuelo justo en frente. Si no conocemos su historia no disfrutaremos tanto de estas joyas que hacen único este parque.
Así que guárdate una mañana de tu estancia en Barcelona y arranca a pedalear por los caminos de Ciutadella, deteniéndote en cada una de las paradas marcadas y cuando ya lo tengas todo recorrido, busca algún rinconcito tranquilo en la zona de picnic y descansa un ratito comiendo algún aperitivo. Sin duda una de las mejores mañanas que puedes aprovechar en Barcelona y a la tarde, cuando ya no pique tanto el sol, puedes ir a refrescarte a la playa. Te queda muy cerca, y más en bicicleta.