21 de enero de 2019
Vale, vale… Que a nosotros también nos gusta tomarnos nuestros descansitos y espachurrarnos en el sofà. Pero nunca se nos olvida que la mejor forma de sacarse el frío del cuerpo es subido en una bicicleta, disfrutando de la ciudad o de alguna ruta de montaña.
Fotografía de Luca, Papagnoc en Pixabay
Este enero ha sido bastante refrescante en Barcelona, pero no lo suficiente como para impedirnos seguir pedaleando. Por mucho que nos haya llamado nuestro sofá, con la bicicleta nos hemos convertido en lo protagonistas de nuestras propias pelis. Hemos descubierto nuevos rincones de nuestra increíble, insaciable, tradicional e intercultural ciudad. Hemos pedaleado hasta el último aliento para tener las mejores vistas. Y hemos conocido a personas maravillosas.
Evitar caer en la trampa manta nos ha mantenido activ@s y felices. Además te permite una gran desconexión, muy necesaria para afrontar todos los retos del día a día.
No lo pienses. Simplemente, sal del sofà, móntate en tu bicicleta y cuando te des cuenta te lo estarás pasando en grande.