Hoy en día, Barcelona es una ciudad atravesada por carriles bici. En total, 240 kilómetros de carril bici cubren toda la ciudad, atravesándola de punta a punta. Puedes ir desde la playa de la Barceloneta, hasta el parque de la Ciutadella, desde la Sagrada Familia hasta el Mont Juïc sin dificultad. Pero si retrocedemos en el tiempo, hace veinte años nadie podría haber predicho tal evolución.

El aumento de los carriles bici se debe principalmente a los Juegos Olímpicos de 1992 en Barcelona. Esto facilitó el acceso a las distintas instalaciones deportivas.
A continuación, los carriles se desarrollaron en función de las diferentes elecciones municipales, dando lugar a carriles para bicicletas diferentes de los demás: algunos separados de los coches por bolardos de goma, bolardos de hormigón o incluso por una simple línea en el suelo.


Por último, el desarrollo de las empresas de alquiler de bicicletas, las bicicletas gratuitas en la calle y el precio de las bicicletas han provocado un auge de este medio de transporte y de las infraestructuras relacionadas.
A pesar de ello, debes tener cuidado porque es muy fácil que te roben la moto sin darte cuenta. Por lo tanto, debes equiparte con uno o varios candados para asegurar tu bicicleta.